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martes, 25 de octubre de 2011

Mensajes subliminales de Disney

Casi cada película producida por los estudios Disney posee su pedazo de leyenda que, casi siempre, saca a la luz contenidos inapropiados ocultos en la cascada de hermosas e inocentes imágenes, susurrados bajo la banda sonora o que pasan inadvertidos por la rápida sucesión de los fotogramas.
El más famoso puede verse en la portada de cualquier vídeo de La Sirenita: entre las formas del palacio dorado del fondo podemos apreciar un falo representado con gran realismo. En la misma película, en la escena final de la boda, se puede vislumbrar una erección bajo el manto del sacerdote que oficia el acto.





Un tipo que sabía suajili llevó a su hijo a ver El Rey León, de Disney. Iba traduciendo los nombres de los personajes al niño. por los visto, “Simba” significa, como corresponde, “león”, pero “Pumba” – el nombre del cerdo salvaje – equivale a “esmegma”, la secreción blancuzca que se forma en el prepucio.
Las aventuras del pequeño león contienen otras alusiones políticamente incorrectas: en un momento en que Simba está tumbado ante un fondo de estrellas titilantes, puede verse como los puntitos brillantes forman la palabra “sex”.

En el minuto ochenta de Los Rescatadores, cuando los ratones Bianca y Bernard vuelan en una lata de sardinas sobre el albatros, podemos ver una mujer desnuda en una ventana. No es un dibujo, sino una fotografía muy nítida que desentona con el estilo general de la imagen y pasa desapercibida sólo por la velocidad con la que aparece y desaparece. Aunque la leyenda urbana nos habla de nuevo de un animador rebelde, los responsables de la compañía afirman que el “material ofensivo” se filtró en algún punto de la postproducción.  


Se dice que el pubis de Jessica Rabbit puede verse desnudo en un par de fotogramas de “¿Quién engañó a Roger Rabbit?”


En Aladdin, en la escena en que el protagonista se cuela en el cuarto de su enamorada y se topa con el tigre, podemos escuchar – en la versión original – como, al quitarse el turbante, susurra “Good teenagers, take off your clothes”, o sea, “Buenas adolescentes, quitaos la ropa”.


También hay una frase subida de tono que puede escucharse en Hércules, en la escena en que un grupo de mozas acosan al héroe. En la versión española, entre su histérico griterío puede escucharse como una chilla: “¡Quiero follarte!”.

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