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domingo, 23 de octubre de 2011

La silla maldita

En Corea, como en otros países, es muy importante estudiar mucho y ser un buen estudiante. Una chica se esforzaba mucho pero era muy difícil. No era la materia, sino que su espalda le dolía a los pocos minutos de sentarse en su silla en el salón. La incomodidad no le permitia estudiar correctamente y sus notas empezaron a declinar.
Su madre se mostró preocupada y llevó a su hija con varios doctores, pero ninguno encontraba algo malo en la joven. Lo curioso era que la chica podía concentrarse tranquilamente, sin dolor, en cualquier otra silla a excepción de esa.
La madre desesperada consultó con una adivina y esta le aconsejó que tomara una foto de ella usando la silla en cuestión. La madre tomó la foto y se sorprendió de lo que vio.
En ella aparecía su hija, pero también estaba otra chica con una soga al cuello, ahorcándose, la cual trataba de apoyar sus pies en los hombros de su hija. Esa chica era la antigua dueña de la silla que se ahorcó saltando de esa silla cuando no aguantó más porque ya no podía con la presión de las notas en la escuela.

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