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miércoles, 1 de agosto de 2012

El sanatorio de Agramonte

El Sanatorio de Agramonte parece ser uno de esos lugares cargados a través del paso de los años de dolor y sucesos trágicos. Uno de esos edificios que reúnen todos los ingredientes necesarios para llegar a convertirse en un lugar donde el terror y el miedo se contagian y donde las emociones se ponen a flor de piel.  Pero el misterioso edificio no sólo actúa como imán para los amantes de lo paranormal, también se pueden observar rastros y huellas del paso de sectas satánicas que, en el interior de la abandonada capilla, encontraron el lugar idóneo para realizar sus rituales y misas negras con el único objetivo de contactar con el mal. Pintadas satánicas y pentagramas se pueden observar en las paredes y suelos del sagrado recinto, alimentando todavía más si cabe la leyenda del Santuario encantado de Agramonte.

En las faldas del monte Moncayo, cerca de la localidad zaragozana de Tarazona se encontraba un humilde refugio de montaña que durante la segunda república se convirtió en un gran hotel de lujo construido en 1930 para aprovechar la gran belleza natural de la zona. Seis años después, durante la guerra civil española, tuvo lugar un acontecimiento trágico, la leyenda, que corre en boca de las gentes de la zona, cuenta que el hotel fue asaltado y el personal que allí trabajaba fue brutalmente asesinado y violado durante una fatídica noche. Uno de los mejores complejos turísticos de aquella época quedó totalmente abandonado hasta que Franco, después de la guerra, convirtió aquel lugar en un sanatorio para enfermos de tuberculosis donde las hermanas de la caridad de Santa Ana se esforzaban en aliviar los síntomas de esta terrible enfermedad, pero en muchas ocasiones no pudieron evitar lo inevitable y muchos murieron, los que tuvieron suerte pudieron ser enterrados por sus familiares en sus respectivos lugares de origen, pero otros, personas humildes marcadas por la guerra y la enfermedad tuvieron que ser enterrados en un improvisado cementerio.

Recientemente los nichos de aquellas personas fueron profanados. Algunos apuntaron a que se trataba de sectas satánicas o ladrones que abrían los ataúdes buscando su preciado botín. Lo cierto fue que los huesos y cráneos de aquellas humildes personas fueron esparcidos por las inmediaciones sin poder obtener el merecido descanso eterno. Muchos piensan que todavía vagan por el edificio buscando alguien que los alivie de sus sufrimientos…
Trágicos sucesos, muertes repentinas, fotografías extrañas, voces inexplicables, sonidos fantasmales, ruidos en mitad de la noche resonando por el edificio, presencias extrañas y un sin fin de vivencias que aunque siempre subjetivas, ayudan a mantener vivas las leyendas sobre fantasmas que envuelven a este tétrico e inquietante lugar…
















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